Una de las competencias del futuro más actuales que podemos encontrar es la adaptación a los cambios. La preparación para el mundo laboral hoy en día casi nada tiene que ver con la de finales del siglo pasado.
El cambio que se ha producido esta área, especialmente tras la crisis sanitaria de 2020, ha dado un giro a todo. Por tanto, el desarrollo de habilidades y competencias debe ser constante si no queremos caer en la obsolescencia laboral.
Preparación para el mundo laboral: desarrollo de habilidades
La crisis económica a la que nos enfrentamos tiene y tendrá un gran impacto en los escenarios laborales. Así, la digitalización y la automatización son dos grandes cambios que debemos integrar en nuestro día a día. Además, según el Foro Económico Mundial, aproximadamente la mitad de las personas trabajadoras tendrán que volver a formarse antes de 2025 y desarrollar nuevas habilidades.
¿Qué son las habilidades laborales?
Cuando hablamos de habilidades laborales o de competencias profesionales, nos referimos a las actitudes, los conocimientos y los comportamientos que nos llevan a conseguir un objetivo concreto. Podemos hablar de dos tipos:
- – Habilidades duras. Son aquellas competencias técnicas específicas para un puesto de trabajo y que se consiguen mediante la formación y la experiencia profesional. Sin estas hard skills no es posible desempeñar las tareas de un puesto de trabajo de forma efectiva. Algunos ejemplos pueden ser los conocimientos en contabilidad, software o programación.
- – Habilidades blandas. Por su parte, las soft skills son competencias transversales que los trabajadores adquieren a lo largo de la vida. Están relacionadas con la organización, el trabajo en equipo, la resiliencia, la proactividad, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a los cambios, entre otros elementos.
Debido al cambio en el mercado laboral, estas últimas habilidades son las más solicitadas en las empresas y las más valoradas por los reclutadores en los procesos de selección.
Competencias del futuro, un cambio en el mercado laboral
La inteligencia artificial, la digitalización y otros avances tecnológicos están impulsando una serie de cambios. Y, en este contexto, es inevitable preguntarse cómo debe ser la preparación para el mundo laboral. ¿Qué competencias del futuro deben adoptar los profesionales para adaptarse y prosperar?
En nuestra opinión, el desarrollo de habilidades debe estar enfocado así:
Aprendizaje continuo
Debido al dinamismo y a la rapidez con la que se suceden los cambios, es fundamental optar por una formación continua. Los profesionales han de estar dispuestos a adquirir nuevas competencias y actualizar sus conocimientos sobre las tendencias y tecnologías más novedosas. Asimismo, la cultura de aprendizaje debe pasar a ser parte fundamental de cualquier organización para no perder competitividad y retener y atraer talento.
Los programas formativos de logística y supply chain, agile project management o gestión sostenible son algunos de los más solicitados, junto con los relacionados con big data y business intelligence.
Pensamiento estratégico
Los objetivos de las organizaciones deben estar alineados con las de los profesionales que las conforman. De este modo, se pueden involucrar con sus necesidades, identificar las tendencias y retos futuros y diseñar políticas y planes que impulsen el éxito de todos a largo plazo.
Inteligencia emocional
Solo con inteligencia emocional se pueden construir relaciones efectivas.
A quienes deben ponerse al frente de una organización en tiempos de cambio no les basta con formarse con un buen programa de liderazgo y gestión de equipos. Deben también desarrollar esta habilidad para comprender y gestionar las emociones propias y ser más empáticos y comprensivos con el entorno.
De esta manera, se facilita la comunicación, la resolución de conflictos y se construyen equipos fuertes que pueden resistir a los cambios laborales.
Adaptabilidad
Los diferentes sectores empresariales se enfrentan a muchos cambios, y la capacidad para adaptarse a los nuevos entornos es clave. La flexibilidad de los profesionales para hacerles frente y su talento para ajustar las estrategias comunes son algunas de las máximas que se deben cumplir. De hecho, para que esto sea posible es necesario contar con una mentalidad abierta dispuesta a aprender y, lo más difícil, desaprender.
Competencias digitales y pensamiento analítico
Los entornos laborales son cada vez más digitales y los trabajadores deben adquirir competencias sólidas en la materia. Según los diferentes roles que se desempeñen en una empresa, así serán las herramientas y tecnologías necesarias. No obstante, su actualización será clave para que los empleados conserven su productividad y eficiencia.
Además, este nuevo escenario está promovido e impulsado por una ingente cantidad de datos. Así, los profesionales deben contar con habilidades analíticas para recopilar, interpretar y utilizar de forma adecuada los datos más relevantes.
Gestión del talento
No basta con tener la capacidad de atraer talento, sino que también hay que diseñar estrategias para retenerlo, que suele ser la parte más difícil.
Resiliencia
La mejor forma de superar las adversidades que podemos encontrar en los diferentes desafíos laborales es contando con una gran resiliencia. Esta capacidad para manejar el estrés, mantener una actitud positiva y adaptarse a situaciones complejas es clave para caminar hacia el éxito personal y profesional.
Pensamiento creativo
El pensamiento creativo es de gran ayuda para hallar soluciones innovadoras con las que adaptarse a entornos cambiantes. La capacidad para pensar fuera de los marcos establecidos no es posible sin una preparación continua que impulse la búsqueda de nuevas oportunidades y ángulos diferentes para abordar los desafíos que se presenten.
Asimismo, fomentar la creatividad en los equipos de trabajo ayuda a las compañías a encontrar enfoques únicos y diferentes para afrontar los cambios.
Gestión del cambio
Por último, pero no menos importante en el desarrollo de habilidades, hay que hablar de la importancia de la gestión del cambio en el mercado laboral. En este caso, nos referimos a la capacidad para comunicar de manera efectiva y hacer frente a las preocupaciones de los trabajadores, brindándoles el apoyo necesario durante los períodos de transición.
En consecuencia, hay que diseñar y planificar los cambios con un objetivo concreto y estableciendo expectativas realistas. Asimismo, a los empleados hay que darles la orientación y los recursos que necesiten para avanzar sin problema por este nuevo camino.
Por tanto, entre las competencias del futuro destacamos todas las mencionadas debido a su importancia para afrontar los constantes cambios laborales. Todas son fundamentales para liderar con eficacia los periodos de transformación.